Errigoiti 30.01.11

Con pronóstico de tiempo invernal y el anuncio de una etapa complicada y larga en su desarrollo, pocos son los atrevidos que se deciden a salir en este día.
Desde un principio, como nos damos cuenta más tarde, se decide por la peor opción posible, pues el terreno embarrado por el que intentamos subir con las bicis hacia el alto de Morga por la ladera de Bizkargi está impracticable y nos hace perder un tiempo precioso para poder cubrir la etapa prevista.
Desde Zornotza enfilamos el grupo a Garaitondo y por la ermita de San Miguel de Aldanas conseguimos llegar a duras penas hasta el alto de Morga. Tras quitar los trozos de barro que nos impiden pedalear en condiciones nos dirigimos a la derecha por la pista que discurre el camino de Santiago hasta el barrio de Eskerikas y de allí hasta el alto de Gerekiz.
En las primeras rampas para dirigirnos hacia la zona de Errigoiti tenemos que arreglar el primer pinchazo de uno de los componentes del grupo, por lo que tenemos un nuevo atraso para seguir pensando en llegar hasta Bermeo.
Tras una fuerte rampa de subida llegamos a Eleizalde-Olabarri y desde allí nos atrevemos con un nuevo acceso, entre viñedos, que nos indica un cazador de la zona y que por el barrio de las Altoas vamos a llegar hasta Errigoiti. Un pequeño respiro para coger agua en los bidones y seguimos a Metxikas y Bizkargane, punto donde nos envalentamos para meternos de lleno en un descenso peligroso por el estado en que se encuentra la pista de barro y piedras que conduce a las canteras de Atxondo en Forua. Sin incidentes tras la bajada, espectacular, y por la zona de Amotxerri, bajo la torre medieval, nos acercamos hasta Gernika.
Punto donde decidimos llegar tras las penalidades sufridas durante la etapa y debido a que el reloj nos limita en el tiempo. A la salida de la villa foral tenemos un nuevo incidente , con un nuevo pinchazo. Por carretera damos buena cuenta del kilometraje y tras sufrir un poco en Oka y Autzagane, conseguimos cubrir una etapa de 45 kms que no ha sido la pensada en un principio, pero visto lo visto nos sirve para dejarnos el ego mountainbero contento y otro día será lo previsto.