Etapa ya clásica del calendario de BTT. Con una mañana lluviosa sé atrevieron unos cuantos valientes a salir para cumplir el objetivo marcado.
Por la zona de San Martin y luego Montecalvo nos acercamos hasta Urrutzua, cruce de carreteras, en la que tomamos la ruta hacia el Balcón de Bizkaia. Un poco más adelante nos desviamos por la pista que indica el monte Oiz y seguimos de frente en el paso de animales, por toda la ladera norte del monte hasta llegar a la Colegiata , después de un descenso largo y rápido.
Tras visitar la zona y después de un avituallamiento más que necesario, iniciamos el fuerte ascenso al valle que domina la peña Astarloa.
Por caminos vecinales que en otras épocas nos enseñan un valle precioso y verde en toda su extensión, vamos dejando al lado derecho las antenas del monte Oiz y llegamos al alto de Trabakua.
Desde ese punto hasta Zornotza es un sufrimiento, por la cantidad de agua acumulada en la calzada y también por lo que caía del cielo ennegrecido, dejando los cuerpos ateridos por el frio y la humedad.
Pero como siempre después de 58 kilometros sé llega a meta para poder contarlo.
Para alegrar un poco a los sufridos mountainberos os cuento la historia del lugar visitado.
HISTORIA .- La Colegiata de Zenarrutza o de Ziortza se sitúa a escasos 2 kilómetros
del núcleo urbano de Bolivar. Fue un importante enclave dentro de la ruta jacobea de
la costa y su influencia se extendía más allá de la comarca superando el
ámbito religioso. La tradición marca su fundación en el siglo X con una
leyenda que cuenta como el día de la Asunción del año 968 los vecinos
celebraban misa en la iglesia de Santa Lucía de Garay, en Gerrikaiz, y un
águila cogió una calavera de una tumba que estaba abierta y se la llevó
hasta que la dejó caer en el lugar donde hoy está la iglesia de la colegiata.
Los vecinos entendieron este hecho como una señal y levantaron, en el
lugar donde el águila dejo la calavera, el complejo religioso. La etimología
del nombre puede venir de ‘Tzea Urriak’ (Cea Urriac) nombre de una planta
que era muy frecuente en el lugar, o de ‘Tzear Otza’ que quiere decir
‘ladera fría’. Tuvo hospital de peregrinos que quedó destruido en un incendio
pero que ha sido reconstruido recientemente y sirve como hostería.
Quedan restos de la calzada de acceso que formaba parte del camino de
Santiago. Actualmente la atienden monjes cistercienses y depende del
monasterio de la Oliva en Navarra. También decir que la Iglesia es Gótica y las capillas y claustro renacentistas, así como un precioso claustro de estilo plateresco.
