Con anuncio de lluvia nos damos cita un nutrido grupo de aficionados a la BTT en el lugar de costumbre para completar una de las etapas más cercanas y a la vez más duras de nuestro calendario.
El buen tiempo nos acompaña toda la mañana y hasta Lemoa recorremos por carretera el tramo que nos lleva para cruzar el rio Ibaizabal, donde ya se ha unido al que viene de Arratia. Tras cruzar el puente nuevo de madera nos encaminamos hacia el barranco de Utxarain en Bedia, húmedo y poblado de un oscuro bosque que nos adentra en las laderas del monte Mandoia, cuya cima se encuentra a 637 mts de altitud.
Por una pista con piedra suelta y fuerte pendiente, llegamos al refugio de Kortabaso. Seguimos subiendo por pistas que atraviesan las laderas descubiertas por la tala indiscriminada de pinos y que nos deja ver al fondo el valle de Usánsolo y el hospital. En la base de la cima, descansamos junto al monumento en memoria de Joserra y de donde se puede contemplar una maravillosa vista de los montes y cimas de toda la zona.
Tras una bajada rápida y disfrutando de la misma llegamos a la ermita de Andramari en el barrio de Zeberiogane, donde una fuente nos sacia la sed y continuamos monte abajo hasta Ermitabarri donde nos desviamos a Gesale, justo debajo de la Iglesia de Santo Tomás de Olabarrieta en el barrio de Elizondo (Gótico de finales del siglo XV).
Pasamos por el barrio de Lexartza y por un barranco que nos llevará hasta los caserios de Laureta, junto a la carretera que sube hacia Orozko por Bikozgane.
Más abajo hay una pista que indica “parque natural del Gorbeia” subimos hasta el parking de Upokomakotza y de ahí bajamos por la pista de cemento, con sumo cuidado por los coches que suben hacia Pagomakurre, hasta la plaza de Areatza, donde nos agrupamos y volvemos a casa por carretera, tras casi 52 kms.
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