lunes, 12 de enero de 2009

ALTUNGANE 11.01.09
















Los que nos atrevimos a salir, sólo asomarnos a la ventana de casa comprobamos que nos esperaba una mañana fria. Amaneció uno de los dias más gélidos del año, el termómetro marcaba
-3ºC y se respiraba con dificultad.
La cita era el alto de Barazar y Saldropo, pasando antes por la zona del monte Altungane, cota más alta de la etapa. Aunque hace poco tiempo estuvimos por la zona, merecía la pena volver por la nevada que había caido días antes y así disfrutar del polvo blanco, conociendo in situ la sensación de pedalear entre la nieve y el hielo. ¡ Qué gozada chicos!.
Hasta llegar a Areatza fuimos admirando las campas cubiertas de blanco por la helada caida durante la noche, nadie se atrevió a salir del grupo compacto, pues ibamos calentandonos entre todos, bien juntos y tranquilos.
Por el barranco humedo y sombrío que se encuentra frente a la villa, iniciamos la subida por una pista donde empezamos a ver los primeros restos de nieve acumulados en las esquinas, hasta llegar al barrio de Makastui. Con más cantidad de nieve acumulada hacemos un pequeño alto en el camino para comer algo y admirar las primeras vistas del Gorbeia al fondo. Ese fondo nos acompañará en gran parte del recorrido que vamos a realizar.
Por una carretera helada, que unos pocos y osados automovilistas se atreven a circular, además de nosotros, llegamos hasta el alto en las antiguas campas de la aviación, entre Dima y Otxandiano, cubierto por una densa niebla.
En ese punto empieza la aventura. Nos adentramos en una pista totalmente cubierta de nieve y hielo, que algunos asustados preguntan ¿a donde nos llevas?. La zona de Altungane es la cota más alta que cubrimos entre pistas llenas del majestuoso manto blanco. Disfrutamos como enanos en ese punto, incluso tanto que casi se olvida la gente las bicicletas, menos mal que los veteranos siempre estamos pendientes y vigilantes.
Seguimos con pena el recorrido y encontramos llegando a Barazar gran cantidad de gente disfrutando de la nieve en familia, ocupando las campas de los alrededores.
Por el camino de Saldropo seguimos con mucho cuidado, tanto por el hielo de la pista como por los paseantes que nos encontramos.
La bajada hacia la ermita de Santa Ageda resulta peligrosa, por los surcos de la pista, el barro y el hielo acumulado, pero todos llegamos bien a Ipiñaburu.
En el tramo de carretera hasta el pantano de Undurraga sufrimos más de la cuenta, pues el frío nos paraliza las piernas y las manos, tenemos que pedalear duro para entrar nuevamente en calor. Cruzamos Zeanuri y nos alegra la vista los rayos del sol que aperecen en el cielo, aunque calentar, poco de poco, no es época para ello.
Tras 65 kms damos por concluida la etapa en Zornotza, después de una mañana que nos dejará buen recuerdo.





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