Esta etapa por las laderas del Gorbeia es otra clásica del calendario y aunque es corta, 28 km, es bastante exigente si se quiere uno emplear a fondo.
Entre hayales y robles, con la hojarasca del otoño se puede disfrutar más si cabe de los parajes de la zona. Pistas de monte, todavía vírgenes de la piedrilla y el asfalto, que cada vez existen menos en nuestra geografia mountainbera y en contacto directo con la naturaleza.
Las fotos dan testimonio de la mañana y sobre todo la cara de satisfacción del pelotón, por lo bien que pasamos practicando nuestro deporte favorito........
No hay comentarios:
Publicar un comentario